El oro comestible se utiliza para decorar alimentos y bebidas, especialmente en la alta gastronomía y en ocasiones especiales. Se puede utilizar para dar un toque de elegancia y sofisticación a platos como el sushi, la pasta, los postres y los cócteles.

El oro comestible no tiene sabor, lo que significa que no afectará el sabor de los alimentos o bebidas en los que se utiliza. Es simplemente un elemento decorativo que añade un toque de lujo y elegancia a la presentación de los platos.

Sí, es seguro consumir oro comestible en pequeñas cantidades. El oro utilizado para hacer el oro comestible es oro puro de 24 quilates, que es seguro para el consumo humano. Sin embargo, es importante recordar que el oro comestible no debe ser consumido en grandes cantidades, ya que podría ser perjudicial para la salud.